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Blog Action Day

Bloggers Unite - Blog Action Day

Llegó el Blog Action Day y despues de una semana de intenso debate por lo de David, que dejó en mi una intensa reflexión quisiara empezar con un video.

vía el blog de Fabio Quetglas replico este video que dá para pensar y me sumo al blog action day

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Campaña contra las grandes superficies Uploaded by ecologistas

Desde la Plataforma Rural* y la campaña No te comas el mundo -en las que Ecologistas en Acción participa activamente- se impulsará durante el año 2007 una campaña estatal, pero con vocación de incidencia local, contra las Grandes Superficies y supermercados.Consideramos que un tema como el de las Grandes Superficies puede servir para integrar bajo este paraguas a distintas organizaciones, redes y colectivos que en espacios locales esten trabajando temas relacionados de alguna manera con la Soberanía Alimentaria (Derechos laborales, Ecología, Agricultura campesina, Derechos Humanos, Agua, Deuda Ecológica, Solidaridad, Lucha contra la Pobreza, Cooperación, Agenda 21, Campañas contra la Especulación Urbanística y en Defensa del Territorio, etc.) y los modelos alternativos de producción, transformación, distribución-comercio y consumo de alimentos. Identificamos a las Grandes Superficies de la cadena agroalimentaria como uno de los más importantes actores a la hora de implantar un modelo agroalimentario insostenible, injusto y contrario a los principios de la Soberanía Alimentaria, así como generador de pobreza, desempleo estructural y marginalización, uno de los actores menos denunciados e invisibles, de los más cercanos al consumidor, de los que ofrecen más posibilidades de acciones e incidencia directa y de los que pueden congregar a más aliados y crear unas sinergias más interesantes en estos tema

Sostenibilidad, palabra que me cuesta pronunciar y escribir, creo que debe ser algo más que una moda, debe ser una instancia de reflexión. Y mi reflexión es un tanto agria.

Nos proponemos hablar sobre el ambiente, su cuidado, y para mi hablar sobre eso es hablar sobre la injusticia, el hambre y la marginación de las poblaciones que están condenadas a vivr parasiteando los grandes centros urbanos, ejes de consumo desbocado.

Considero indisoluble la relación entre el ambiente, su cuidado y el consumo, por lo tanto es indisoluble la reflexión hacia el tipo de sistema en el que vivimos, y me animo a decir y gritar YO NO SE CUAL ES LA SOLUCIÓN pero se que no puedo quedarme indiferente a lo que veo, siento, experimento. Cambio climático, consumo, pobreza, todo está relacionado y acá abajo, en el sur, es facil ver su relación. Es fácil si salgo de mi protegido castillo urbano llamado capital y miro los alrededores, cosa dificil si las hay. En cada esquina, en cada rincón oscuro, los contrastes de la ciudad que habito gritan soledad, injusticia, pobreza, marginación, olvido.

Olvido de vivir algo más enraizado, olvido de vivir un poco más conciente de lo alejados que estamos del ambiente en el que nos desplazamos. No quiero olvidarlo, no quiero dejar que la indiferencia me gane con lo lujos de La Capitial.

Quiero proponer algo que NO está a la altura de mis furzas, más que un Blog Action Day un Día de Movimiento del pueblo. La gente en las calles caminado y moviendose y charlando por alguna causa que nos una. Claro, es fantasía juvenil la que me asalta. Pero que linda fantasía.

Hoy en el Blog Action Day. Y para TODOS los días recordar

QUE ES LO QUE EST PASDO POR ACA

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Para terminar, algunas cositas que dice el amigo Galeano, nunca vienen mal.

Ser como ellos (a Karl Hubener) Los sueños y las pesadillas están hechos de los mismos materiales, pero esta pesadilla dice ser nuestro único sueño permitido: un modelo de desarollo que desprecia la vida y adora las cosas. ¿Podemos ser como ellos? Promesa de los políticos, razón de los tecnócratas, fantasía de los desamparados: el Tercer Mundo se convertirá en Primer Mundo, y será rico y culto y feliz, si se porta bien y si hace lo que le mandan sin chistar ni poner peros. Un destino de prosperidad recompensará la buena conducta de los muertos de hambre, en el capítulo final de la telenovela de la Historia. Podemos ser como ellos, anuncia el gigantesco letrero luminoso encendido en el camino del desarrollo de los subdesarrollados y la modernización de los atrasados. Pero lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible, como bien decía Pedro el Gallo, torero: si los países pobres ascendieran al nivel de producción y derroche de los países ricos, el planeta moriría. Ya está nuestro desdichado planeta en estado de coma, gravemente intoxicado por la civilización industrial y exprimido hasta la penúltima gota por la sociedad de consumo. En los últimos veinte años, mientras se triplicaba la humanidad, la erosión asesinó al equivalente de toda la superficie cultivable de los Estados Unidos. El mundo, convertido en mercado y mercancía, está perdiendo quince millones de hectáreas de bosque cada año. De ellas, seis millones se convierten en desiertos. La naturaleza, humillada, ha sido puesta al servicio de la acumulación de capital. Se envenena la tierra, el agua y el aire para que el dinero genere más dinero sin que caiga la tasa de ganancia. Eficiente es quien más gana en menos tiempo. La lluvia ácida de los gases industriales asesina los bosques y los lagos del Norte del mundo, mientras los desechos tóxicos envenenan los rios y los mares, y al Sur la agroindustria de exportación avanza arrasando árboles y gente. Al Norte y al Sur, al Este y al Oeste, el hombre serrucha, con delirante entusiasmo, la rama donde está sentado. Del bosque al desierto: modernización, devastación. En la hoguera incesante de la Amazonia arde media Bélgica por año, quemada por la civilización de la codicia, y en toda América Latina la tierrase está pelando y secando. En América Latina mueren veintidós hectáreas de bosque por minuto, en su mayoríasacrificadaspor las empresas que producen carne o madera, en gran escala, para el consumo ajeno. Las vacas de Costa Rica se convierten, en los Estados Unidos, en hamburguesas McDonald's. Hace medio siglo, los árboles cubrían las tres cuartas partes del territorio de Costa Rica: ya son muy pocos los árboles que quedan, y al ritmo actual de deforestación, este pequeño país será tierra calva al fin del siglo. Costa Rica exporta carne a los Estados Unidos, y de los Estados Unidos importa plaguicidas que los Estados Unidos prohíben aplicar sobre su propio suelo. Unos pocos países dilapidan los recursos de todos. Crimen y delirio de la sociedad del despilfarro: el seis por ciento más rico de la humanidad devora un tercio de toda la energía y un tercio de todos los recursos naturales que se consumen en el mundo. Según revelan los promedios estadísticos, un solo norteamericano consume tanto como cincuenta haitianos. Claro que el promedio no define a un vecino del barrio de Harlem, ni a Baby Doc Duvalier, pero de cualquier manera vale preguntarse: ¿Qué pasaría si los cincuenta haitianos consumieran súbitamente tanto como cincuenta norteamericanos? ¿Qué pasaría si toda la inmensa población del Sur pudiera devorar al mundo con la impune voracidad del Norte? ¿Qué pasaría si se multiplicaran en esa loca medida los artículos suntuarios y los automóviles y las neveras y los televisores y las usinas nucleares y las usinas eléctricas? ¿Qué pasaría con el clima, que está ya cerca del colapso por el recalentamiento de la atmósfera? ¿Qué pasaría con la tierra, con la poca tierra que la erosión nos está dejando? ¿Y con el agua, que ya la cuarta parte de la humanidad bebe contaminada por nitratos y pesticidas y residuos industriales de mercurio y plomo? ¿Qué pasaría? No pasaría. Tendríamos que mudarnos de planeta. Éste que tenemos, ya tan gastadito, no podría bancarlo. El precario equilibrio del mundo, que rueda al borde del abismo, depende de la perpetuación de la injusticia. Es necesaria la miseria de muchos para que sea posible el derroche de pocos. Para que pocos sigan consumiendo de más, muchos deben seguir consumiendo de menos. Y para evitar que nadie se pase de la raya, el sistema multiplica las armas de guerra. Incapaz de combatir contra la pobreza, combate contra los pobres, mientras la cultura dominante, cultura militarizada, bendice la violencia del poder. El american way of life, fundado en el privilegio del despilfarro, sólo puede ser practicado por las minorias dominantes en los países dominados. Su implantación masiva implicaría el suicidio colectivo de la humanidad. Posible, no es. Pero, ¿sería deseable?
Alvar

Alvar Maciel

Docente, busco entender el engranaje tecnológico en el que estamos metides. Trabajo y escribo acerca de la educación.

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